El rol de la soja paraguaya en la producción argentina de aceite y harina
Ante una notable disminución en la oferta interna de soja, Argentina ha recurrido a las importaciones desde Paraguay para mantener activa su industria aceitera. Informes indican que en febrero, Paraguay exportó a Argentina un volumen sin precedentes de 1.027.056 toneladas de soja, un salto significativo del 116% en comparación con el mismo mes del año pasado.
Este aumento en las importaciones ha sido fundamental para que Argentina mantenga y eleve su producción de harina y aceite de soja. Según datos recientes, el procesamiento de soja en febrero alcanzó 2.354 millones de toneladas, lo que representa un incremento del 51% respecto al año anterior.
La entrada de soja paraguaya, que se realiza bajo el régimen de admisión temporaria, responde a la necesidad de compensar la menor producción local. Según expertos, la soja paraguaya contribuye a satisfacer la demanda de molienda argentina y a mejorar la calidad de la harina de soja, dada su alta concentración proteica.
El informe más reciente de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) señala que, durante el segundo mes del año, Argentina adquirió el 75% de la soja exportada por Paraguay.
Con la cosecha de soja de primera de Argentina prevista para abril y casi toda la cosecha anterior ya comercializada, la dependencia de las importaciones paraguayas se hace más evidente. Estas cifras subrayan la interdependencia regional y la relevancia de las exportaciones paraguayas para la industria aceitera argentina en momentos críticos.