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UNA MUJER QUE AHORA TIENE 34 AÑOS DENUNCIA HABER SIDO ABUSADA EN LA IGLESIA POR EL CURA CUANDO TENIA UNOS 8 AÑOS DE EDAD
Se suman más denuncias contra el cura párroco Héctor Pinamonti. Es la tercera mujer que lo acusa de abuso sexual. El aberrante hecho sucedió cuando era una niña de aproximadamente 8 años.
La victima recuerda el día del abuso. Era una mañana de domingo, cuando fue sola a presenciar la misa en la Iglesia de General Deheza. Por aquellos años los jovencitos podían caminar y dirigirse libremente por la supuesta seguridad de un pueblo no muy grande y de gente conocida.
Como era todavía un poco temprano, la pequeña, ingreso a un cuarto que quedaba atrás del altar, un lugar que se utilizaba como depósito y donde se preparaban los elementos a utilizarse en la misa. En ese momento estaba el cura Héctor Pinamonti junto a una mujer que ayudaba en los preparativos.
El párroco le pidió a la mujer que fuera a buscar algo a otro sector contiguo a la iglesia, propiciando estar a solas con la niña. Él se subió a una banqueta alta y le pidió que se acercara.
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“Cuando la mujer se fue me dijo que me acercara, me agarró la cabeza y comenzó a frotar mi cara contra su pene. Yo me alejé porque me di cuenta de que eso no estaba bien. Cuando me quise ir me dijo que lo salude, asique me acerqué y le puse la mejilla. Me agarró la cara y me beso en la boca, me dijo que no sólo los novios y las mamás o los papás daban besos en la boca, y mientras tanto me tocó”, según relato en una entrevista al medio Poster Central.
“Desde niños nos enseñaron a que el cura era una figura de autoridad, si en ese momento lo contaba, nadie me iba a creer”.
Esta causa se suma a otras dos muy similares. Aunque al cura de 89 años no se lo expulsó de la iglesia católica, se determinó la “prohibición total de ejercer el ministerio sagrado en público por tiempo indeterminado”, según declaró el obispo de Rio Cuarto.
“…ahora decido hablar, porque la Iglesia le prohibió dar misas en público, pero nada más, él puede estar en contacto con niñas”, dijo preocupada la nueva denunciante.
Las tres víctimas son representadas por la misma abogada, Jaqueline Cattaneo, quien lucha para cambiar las leyes y lograr una condena efectiva por parte de la justicia.
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