Con la economía doméstica aun recuperándose, los argentinos enfrentan un nuevo desafío: el incremento en las tarifas de gas natural. Eduardo Rodríguez Chirillo, secretario de Energía, ha anunciado que los detalles de este ajuste se revelarán esta semana, con posibles efectos en las facturas a partir de abril.
El ajuste tarifario, que se espera comience a partir del 15 de marzo, es el último de los servicios públicos en actualizar sus precios desde mediados del año anterior. En diciembre, los consumidores abonaron solo un 17% del valor real del gas, con las empresas energéticas solicitando incrementos que superan el 500%.
Si se retiran completamente los subsidios, se anticipa que las tarifas podrían sextuplicarse. Según cálculos de EcoGo, esto podría traducirse en un aumento de hasta un 743% en el costo del gas.
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El gobierno planea acompañar estos cambios con la eliminación de la segmentación tarifaria y la implementación de la Canasta Básica Energética, destinada a proteger a los más afectados por la subida de precios. La audiencia pública sobre estos cambios se llevó a cabo el pasado 4 de enero, y aunque el ENARGAS estaba listo para aplicar el aumento desde febrero, una decisión ministerial retrasó su implementación.
Con la inflación en constante evolución, el sector privado espera que la actualización tarifaria incluya un mecanismo de indexación acelerada, basado en el Índice de Precios Mayoristas (IPIM), el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y la variación salarial. Este enfoque busca reflejar más precisamente el costo de vida actual y asegurar que los subsidios lleguen a quienes realmente los necesitan.
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