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El origen, la importancia y las actividades del Día Nacional del Agua
El 31 de marzo se celebra el Día Nacional del Agua en Argentina. Esta fecha fue establecida en 1972 para destacar la importancia de este recurso vital y realizar actividades de concientización en su uso sostenible.
El origen de esta conmemoración se remonta al año 1963, cuando se realizó en Córdoba el Iº Congreso Nacional del Agua de Argentina, impulsado por un grupo de profesionales de la Dirección General de Hidráulica de esa provincia. En ese evento se instituyó al 31 de marzo como Día Nacional del Agua, decisión que luego se extendió a todo el país.
Argentina fue pionera en celebrar un día dedicado al agua, ya que lo hizo 21 años antes de que la Asamblea General de las Naciones Unidas declarara al 22 de marzo como Día Mundial del Agua, en 1993. Desde entonces, coexisten en nuestro país ambas fechas, manteniendo la importancia y trascendencia de cada una de ellas.
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El agua es un recurso renovable, limitado, frágil y vulnerable. Solo el 3% del agua del mundo es dulce, es decir, apta para el consumo humano. El agua es esencial para la vida, la salud, la seguridad alimentaria, el desarrollo económico y social, y el equilibrio ecológico.
En Argentina, el agua tiene múltiples usos y beneficios. Las presas, diques y embalses del país cumplen diferentes propósitos, entre ellos se pueden mencionar: proveer agua para el consumo tanto humano como industrial, transformar en áreas cultivadas aquellas regiones que eran verdaderos desiertos, atenuar los riesgos producidos por crecidas, producir electricidad a partir de la energía hidroeléctrica –energía limpia y renovable-, y promover el turismo y esparcimiento a través del uso recreativo de los embalses.
El uso consciente y la racionalización del agua son fundamentales para preservar este recurso y garantizar su disponibilidad para las generaciones presentes y futuras.
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Algunos consejos para cuidar el agua en tu día a día y contribuir a la preservación de este bien común:
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Dúchate en lugar de bañarte. Una ducha de 5 minutos consume 50 litros de agua, mientras que una bañera llena requiere al menos 200 litros. Además, cierra la canilla mientras te enjabonas o te lavas el cabello.
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Cierra la canilla mientras te lavas los dientes o te afeitas. Usa un vaso para enjuagarte la boca o abre el grifo solo cuando vayas a enjuagarte la cara. Así puedes ahorrar hasta un 90% del agua que se usa en el aseo personal.
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Usa el lavarropas y el lavavajillas con carga completa y con programas de agua fría. Evita poner estos electrodomésticos con poco, ya que consumen mucha agua y energía. El lavavajillas gasta menos agua que lavar los platos a mano bajo el grifo.
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Coloca botellas llenas de agua en la mochila del inodoro. De esta forma, se reduce el volumen de agua que se utiliza cada vez que se tira de la cadena.
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Recoge el agua fría que sale la canilla o de la ducha mientras esperas a que se caliente. Puedes usarla para regar las plantas, lavar el suelo o lavar el coche.
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Revisa las instalaciones de agua de tu casa y repara las fugas o filtraciones. Una canilla que gotea puede desperdiciar hasta 30 litros de agua al día. Un inodoro que pierde agua puede llegar a malgastar hasta 200 litros al día.
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Riega las plantas por la noche o por la mañana temprano. Así evitarás la evaporación del agua por el calor del sol y aprovecharás mejor la humedad del suelo. También puedes usar sistemas de riego por goteo o reciclar el agua de lluvia.
Siguiendo estos sencillos consejos, podrás cuidar el agua y ahorrar dinero en tu factura. Recuerda que el agua es un derecho humano y una responsabilidad compartida. ¡Cuidemos juntos el agua!
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